
Debo de decir que leer "Otra vuelta de tuerca" fue toda una experiencia, es un libro muy cortito, casi un relato corto más que una novela, pero entre que me lo leí en inglés y sobre todo en trayectos de metro tuve como una relación un tanto desapegada con él al principio. Principalmente no tenía muy claro si es que no me estaba enterando realmente de lo que pasaba porque el idioma estaba resultando una barrera o porque lo estaba leyendo mientras era el relleno de un sándwich de personas a las 8 de la mañana... total, que cambié de estrategia y decidí leerlo más tranquilamente en casa por las noches si el sueño no me lo impedía. La cosa mejoró notablemente, vale, seguía teniendo la sensación de no estar entendiendo muy bien lo que estaba pasando pero ya iba dándome cuenta de que esa sensación es parte del desasosiego que impregna la novela, que dice sin decir, que cuenta sin concretar, que deja que la imaginación vaya un poco a donde quiera.
Por poner un poco en situación, la novela es una historia dentro de una historia. Un grupo de amigos están contando historias de miedo, y uno de ellos cuenta una que le contó una joven de la que se desprende que él estaba enamorado. Esta joven fue institutriz de dos hermanos huérfanos en una mansión en la campiña inglesa donde se empiezan a suceder apariciones extrañas al poco de su llegada. La institutriz, de la que nunca conocemos el nombre y que cuenta la historia en su totalidad en primera persona, tiene como aliada de penas y fatigas al ama de llaves de la casa, que cuenta pero no cuenta y que siempre parece que sabe más de lo que aparenta. Y luego están los niños... definitivamente hay pocas cosas que den tanto miedo como unos niños en connivencia con lo sobrenatural y estos hermanos, tan guapos, listos y enigmáticos definitivamente están en el top ten de niños malrolleros... ¿o no? ¿o son sólo víctimas de una persona esquizofrénica y paranoide?
"Otra vuelta de tuerca" está abierta a infinidad de interpretaciones y cuando terminé el libro la primera pregunta alta y clara que se me plantó en la cabeza fue, "¡¿Qué es lo que acaba de pasar aquí?!". Efectivamente, ¿qué ha pasado aquí? ¿los fantasmas existían o estaban sólo en la imaginación de la institutriz? ¿los niños son malvados o víctimas?. Y lo mejor de todo es que cualquiera de las cosas puede ser verdad, cualquiera de las teorías se sostiene con buenos argumentos así que realmente está en la cabeza del lector y en como sus sentimientos han ido a lo largo de la novela el decidir que es lo que cree que ha pasado. Yo soy de la opinión que los fantasmas realmente existen y que la pobre institutriz no hace más que sufrir los embates de unos seres mezquinos y espectrales... pero si te paras a pensar en la otra posibilidad hace que la novela sea incluso más inquietante todavía.
De cualquier forma, la atmósfera asfixiante, el ambiente, la opresión, la desesperación, la angustia, la paranoia, la desconfianza, el terror, está todo ahí, contenido en poco más de 200 páginas.
No es una historia terrorífica que vaya a hacer que nos paralicemos de miedo, eso es cierto, pero el desasosiego que provoca permanece hasta tiempo después de haber terminado la novela, yo sigue habiendo días en los que me encuentro pensando otra vez "¡¿qué es lo que realmente estaba pasando ahí?!"
Otra vuelta de tuerca - Henry James
Editorial: Alianza Editorial
200 páginas
Idioma: Español
ISBN: 9788420676722
9,80€
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